He sido CEO durante 15 años. Querría pensar que con más gloria que pena y la experiencia me dice que esto es un juego de talento, de organización y de actitud. A, B y C, no hay demasiadas incógnitas en esta fórmula de éxito.

Hoy voy a entrar en la segunda, en la organización. ¿Imaginas tener un equipo de fútbol con 11 Messis? Te garantizo dos cosas, sería impagable, o desde luego el equipo más caro de la historia y te garantizo otra conclusión, no ganarías ni a un equipo de segunda división.

Esto no va de fichar solamente buen talento, se trata de saber escoger las piezas adecuadas en la casilla correcta en esta partida de ajedrez. Messi como delantero sería una gran inversión, como asesor fiscal seguramente un gasto inútil.

Llevándolo al mundo empresa, es lo mismo que fichar a 7 galácticos directores comerciales, los mejores del mundo, sería increíble ¿verdad? Pero sin un buen equipo de marketing poco ayudaría, sin un buen equipo de ingenieros pocos productos tendrían para vender, o por lo menos con la calidad que merecen. Y así podría seguir con cada departamento. Con los mejores tomates no sale el mejor gazpacho, necesitas además una buena cebolla, un buen pimiento y un buen pepino. Esto último vale para otras situaciones también, pero me centro en lo que estamos tratando.

Una vez tienes el talento adecuado, en cada función determinada, en ese glorioso momento que tienes el alfil y donde estratégicamente toca estar, la reina en la casilla adecuada, el peón en el movimiento idóneo, es en ese momento donde vibras y sientes el engranaje de la empresa. Es en ese momento donde debes plantearte los niveles de reporting y el número de personas bajo el mando de determinados perfiles.

Mi experiencia me dice que uno es bueno liderando a 7 personas, por algo las semanas tienen 7 días, y por eso el número 7 es un número mágico que interviene en muchas facciones de la vida, de la espiritualidad y de la matemática pura. Más de siete personas es caótico.

Uno de los principales problemas que he vivido asesorando a CEO´s y C-levels es que en empresas que rápidamente han crecido se han visto de un día para otro con mucha gente en la organización y poca gente preparada para liderar la expansión. Es lo que se conoce como el efecto “cupos”. Es en ese momento que uno cae en la fácil tentación de sobrecargar estructuras. ¿Para qué invertir en cargos de mando superiores si a Juan o a Belén le puedo poder 2 o 3 personas más bajo su mando? Error.

Es una práctica habitual y llega un momento en que una misma persona se ve con 15 personas bajo su posición y esto es lo que ocurre:

• Pierdes totalmente el tiempo de calidad y el foco de lo que realmente importa y aporta valor.
• No tienes tiempo valioso para dedicar a tu gente, porque debes doblar tus intervenciones en la misma franja temporal y eso hace que pases de líder, o coaching leader, a jefe con J, es decir, a no invitarles a pensar ni reflexionar sino directamente a dar directrices y decisiones unilaterales.
• Una vez has cruzado el punto anterior lo peor se te viene encima, tu equipo ya no piensa por sí mismo, te necesitan para todo, no asumen responsabilidades ni iniciativas y no eres más que un jefe que no cuenta con el apoyo del aporte intelectual de su gente. Tu riesgo de equivocarte crece exponencialmente, al mismo tiempo que baja tu tiempo de calidad y tu foco.
• Tu gente no te ve como un líder al que querer parecerse. Eres un autómata que dispara órdenes, ya no inspiras, ya no haces que sientan el proyecto como algo de ellos también. Son empleados, no colaboradores, ya no eres líder, eres jefe con J.
• Al ser más personas y tú siendo una persona que ya no inspira, que no eres referente, empezará la batalla encarnizada para resaltar entre ellos y poder optar en algún momento a tu silla. Se perderá el compañerismo entre ellos y el respeto hacia tu persona.
• Te sentirás irascible, presionado y bajo un nivel de estrés negativo muy preocupante.
• Definitivamente, en ese momento, ya no te reportan 15 personas, en ese momento tú reportas a ellos, y eres muy caro para esto.

Espero te sirva esta reflexión de hoy, 7 son muchos, 8 multitud.

¿Cuántas personas te reportan? ¿Qué opinas?

Te leo.

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