Eustrés

Empezamos el día con preocupaciones y mirando el reloj. Desayunamos deprisa y corriendo y a toda velocidad tratamos de saltar a la oficina. Estamos bombardeados todo el día por mensajes y noticias, la inmensa mayoría poco alentadoras, por Redes Sociales y por tierra, mar y aire.

Hemos dormido mal y el cansancio nos hace estar de mal humor, irritados e irritables, y más preocupados por cosas que seguramente nunca ocurrirán que concentrados en disfrutar del día y sacar toda nuestra creatividad y talento.

Nos entregamos en cuerpo y alma al café.

Pasa la jornada con pesadumbre y desmotivación generalizada. No nos encontramos eufóricos y nos planteamos si tenemos algún problema de salud. Estamos inquietos y rematamos el día con las tareas de última hora y soñando con el momento de llegar a casa.

Llegamos a la cama agotados y nos cuesta conciliar el sueño, pese a estar literalmente “petados”. A las tres y media de la madrugada abrimos un ojo, miramos la hora, y ya la cabeza comienza a tener pensamientos inconexos y no hay manera de pararla, se mueven las ideas como si de un huracán se tratara. Nos invaden preocupaciones y con ellas se mete la ansiedad en nuestra almohada. Prácticamente hasta las cinco de la madrugada no conseguimos reconciliar el sueño y, de nuevo, suena el despertador y sentimos que no hemos descansado nada. Estamos agotados cuando nos sentamos al borde de la cama y nos miramos los pies mientras nos frotamos los ojos. Y así, se repite un día tras otro y con el paso del tiempo la productividad, la creatividad y el talento potencial que debemos aportar a nuestras empresas va menguando progresivamente hasta prácticamente desaparecer y convertirnos en robots somnolientos.

Este es el resultado de un estrés negativo mal gestionado. Y no solo afecta a las personas, a nosotros, sino a las empresas que a fin de cuentas su mejor capital es el humano, pues no son más que una suma de personas, sus empleados, y si estas personas están afectadas por estrés negativo (distrés), las empresas sufren las mismas dolencias y en consecuencia, pérdidas económicas. Dramático.

No te preocupes, no solamente hay solución sino que puedes darle la vuelta completamente y desarrollar el eustrés, o para que me entiendas mejor, estrés positivo.