Sí, tal cual, no me he equivocado.

Los Gestores de Felicidad, los Gefes con G, despedimos infelices. Los líderes y Jefes con J, despiden a aquellos que no dan resultados.

Parecerá una locura, pero yo lo tengo claro y así formo a mis clientes. Despedir a quien no da resultados es una manera muy simplista, muy “micro” de intentar atajar un problema. Despedir a esos vampiros de energía, esas personas tóxicas, esa gente que va siempre con el “no” enganchado en la boca te hará libre, te hará crecer, te hará que la empresa gane dinero y gane buen ambiente. Es una visión más “macro”.

Despedir a quién no da resultados es como tirar una manzana podrida del cesto de manzanas. Despedir infelices es como sacar los gusanos del cesto de manzanas. Podrás tirar una manzana, pero si el gusano sigue dentro, poco a poco todas irán enfermando.

Los Gefes con G nos focalizamos en el bienestar de las personas dentro de las organizaciones. Este nuevo enfoque, atrevido pero seguro, garantiza una cultura de empresa de bienestar, un nivel superior a una cultura de liderazgo, muy de los 90 si me lo permites. Una vez logras este ambiente de bienestar las personas aportan mejores ideas, porque personas felices son un 85% más creativas, aportan pues casi el doble de ideas y de proyectos nuevos, con lo que la tasa de éxito para poder dar con “la tecla” es de casi el doble. Personas felices, además, no llevan reloj porque es como diría Antonio Vega, “el sitio de su recreo”, y eso implica más horas, más cantidad. Más calidad y más cantidad, no hace falta ser un genio para darse cuenta de que son los ingredientes que derrochan mejores resultados económicos.

Lograr un ambiente de bienestar parte de una premisa dura de entender para algunos perfiles antiguos y es simple: despide a los infelices.

¿Y qué hay de los que no dan resultados?

Pues será momento de entender por qué, quizás necesitan formación, comunicación, cambio de puesto…y si después de toda esa travesía siguen sin dar resultados, nostalgias las justas, despido y fin. Despedir a alguien que no aporta no es un gasto, es desgraciadamente, una inversión. Y si la situación se repite en varias ocasiones, quizás sea momento de plantearse la permanencia del Dir. RRHH de turno…

Empleados felices tienen un -66% de bajas laborales y aportan hasta un +37% de facturación comparado con empresas del mismo sector, tamaño y localización geográfica. Económicamente esto es brutal. Cualquier CFO sabe de lo que estoy hablando…

Si hoy todavía no entiendes que el R.O.I. (retorno de la inversión) de políticas de felicidad en tu organización es lo más rentable que tienes y tendrás a tu alcance, va siendo hora de que profundices en la felicidad organizacional, en los Gefes con G, y si aun y así sigues sin verlo, quizás sea momento de ponerse a un lado y dar la oportunidad a alguien que toque de pies a tierra en este nuevo mundo donde la cultura de felicidad es y será el único garante para triunfar en el ecosistema empresarial.

Recuerda, despide a los infelices, y siempre con una sonrisa.

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