Mientras lees tus emails, escuchas el incesante sonido de los mensajes de Whatsapp entrando, un par de telegram acaban de llegar también, un precioso SMS de AEAT se cuela para acabar de joderte el día, estás bombardeado por mensajes de noticias recientes a modo de ventanas “pop up” que se cuelan de refilón en la pantalla de tu smartphone cuando lo aparcas a medio metro de tu puesto de trabajo tratando de apartarlo de tu vida (misión imposible), te llama un vendedor de “llamada” fría para pretender mejorarte tus condiciones de telefonía, recuerdas que no tienes cena comprada y ya casi se ha pasado la mitad del día. La otra mitad la tienes llena de reuniones, una detrás de otra y a duras penas hoy llegas a recoger a la niña a la guardería. Esto no pasaba en los 80´s.

Bienvenido a la sociedad del “bienestar”. Y una mierda.

En los entornos empresariales y sociales de hoy en día, el liderazgo efectivo es fundamental para el éxito y la supervivencia de cualquier organización. Bien lo sabes. En un mundo marcado por la incertidumbre, la competencia feroz y la rápida evolución de la tecnología, la capacidad de los líderes para mantener el enfoque en los objetivos estratégicos es más crucial que nunca y la dispersión es la enfermedad que abunda sin vacuna en todas las oficinas del mundo.

Si no te enfocas, te f_____, crudo pero real.

La competencia es global, es veloz y no es justa. El talento es limitado, la fidelidad y el compromiso es mínimo, las reglas del juego están jodidas en esta última década. El liderazgo eficaz implica la capacidad de establecer prioridades claras y dirigir los esfuerzos de manera coherente hacia la consecución de metas específicas. El foco, el foco, el foco. Los líderes visionarios comprenden que el enfoque es fundamental para optimizar los recursos limitados y maximizar el impacto. Al establecer una dirección clara y comunicarla de manera efectiva a sus equipos, los líderes establecen las bases para el éxito a largo plazo. Como dijo una vez el famoso autor Napoleon Hill, "La victoria está siempre posible para la persona que se niega a dejar de luchar".

El desafío de la multitarea mal entendida es otro reto de este siglo. En la era digital, la multitarea se ha convertido en la norma en muchos entornos laborales. Sin embargo, numerosos estudios han demostrado que la multitarea puede disminuir la productividad y dificultar la capacidad de concentración. Los líderes deben resistir la tentación de dispersarse en múltiples proyectos y enfoques, y en su lugar, concentrarse en las actividades que generen el mayor valor para la organización. Al priorizar las tareas según su importancia y urgencia, los líderes pueden maximizar su eficiencia y conducir a sus equipos hacia el éxito.

Cuando estudiaba en ESADE recuerdo que una de las primeras tablas/cuadrantes que nos enseñaron era la clásica de los 4 espacios, en la cuadrícula de URGENTES e IMPORTANTES. Simple como el mecanismo de un botijo, casi ridícula. Hoy en mi día a día me resulta insultante y me preocupa mucho cómo algo tan sencillo como eso no se aplica. Cada día me sorprende más cómo las personas no han crecido con esta simple brújula, veo dispersión, pérdida de valioso tiempo en tareas no urgentes, en no saber discernir lo que realmente es importante, en no saber aprovechar las horas matutinas de máxima concentración en esas tareas importantes y urgentes que requieren nuestra máxima atención. Asistimos desgraciadamente a unos tiempos donde los principios básicos de la gestión empresarial no se aplican o directamente se desconocen.

El enfoque en el liderazgo no se trata solo de realizar tareas con eficacia, sino también de establecer una estrategia clara y coherente para alcanzar los objetivos a largo plazo de la organización. Los líderes estratégicos tienen la capacidad de mirar más allá de las demandas inmediatas y anticipar los desafíos y oportunidades futuras. Al alinear las acciones diarias con la visión a largo plazo de la empresa, los líderes pueden guiar a sus equipos hacia un futuro más próspero y sostenible. Todo esto que suena muy bien, tiene complicada aplicación en estos tiempos. Me era más sencillo a principio de siglo que en esta última década.

Si debo resumirlo rápidamente debemos retomar el FOCO, o nos va a crujir la competencia, establecer unas estrategias de corto y de largo plazo, no desenfocarse en los caminos que hoy emprendemos, pues nos llevarán al destino que debemos decidir. Que en ese foco toda la organización se implique, que se tenga muy claro lo que entra y lo que no entra en esa estrategia, y que se sepa cada día dimensionar lo que es importante y lo que no lo es tanto, al igual que en el ámbito de lo que es y no es urgente.

Y en este cometido la comunicación es clave. Aprovecho aquí para meter una falca publicitaria sobre mi último libro “COMUNICAZYON” disponible en Amazon que puede ayudar mucho en este campo. Los líderes deben ser claros y transparentes en la comunicación de los objetivos y las expectativas a sus equipos. Al proporcionar orientación y retroalimentación constantes, los líderes pueden mantener a sus equipos enfocados en los resultados deseados evitando el tan temido desenfoque. Además, los líderes deben fomentar un ambiente de apertura y colaboración donde los miembros del equipo se sientan libres de expresar sus ideas y preocupaciones. Como dijo una vez el autor Stephen Covey, "La comunicación es la habilidad más importante en la vida".

Para acabar, el liderazgo centrado y FOCALIZADO es esencial para el éxito en un mundo cada vez más complejo y competitivo. Al establecer prioridades claras, comunicar de manera efectiva la visión y resistir la distracción, los líderes pueden guiar a sus organizaciones hacia nuevos niveles de éxito y prosperidad. Como dijo una vez el famoso escritor Ralph Waldo Emerson, "La única manera de hacer un gran trabajo es amar lo que haces". Al cultivar una cultura de enfoque y dedicación, los líderes pueden inspirar a sus equipos a alcanzar nuevas alturas y superar incluso los desafíos más difíciles además de amar lo que te hace madrugar cada mañana.

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