Si no llevarías al mismo concierto, ni al mismo restaurante, ni al mismo viaje a una persona de 25 años que a una de 45 años que a una de 65 años, ¿por qué las lideras de la misma manera dentro de las empresas?

Siempre que en mis ponencias y formaciones hago esta pregunta a CEO´s o directores de departamentos, todos, sin excepción alguna, se quedan “ojipláticos”, sin respuesta en la punta de la lengua.

Aceptémoslo, llevamos toda la vida gestionando equipos en función de su departamento y dentro de estos englobamos las habilidades y conocimientos que damos por hecho que las personas integrantes deben tener. Y esto hoy es un gran error, hubo unas décadas de mucha calma donde solamente convivían dos generaciones dentro de las oficinas: boomers y generación X.

Además, ambas generaciones tenían una magnífica convivencia, eran muy complementarias y ambas entraron juntas de la mano en la revolución digital, ambas han sido adoptivas digitales, y ya sabes que cuando hay miedo o incertidumbre las personas tienden a unirse, a hacerse “equipo”.

Hoy todo esto ha cambiado, hoy tenemos 4 generaciones distintas en las empresas donde las diferencias entre ellas son abismales y además la convivencia dista de ser amigable. Esas diferencias han creado paredes de hormigón donde antes había puentes de madera, y es uno de los principales problemas de las organizaciones, especialmente en esos departamentos que tratan con personas.

La lealtad de los más jóvenes es mínima y la rotación más elevada que nunca. Ford decía que es mejor formar a tus equipos y que se vayan que no formarlos y que se queden, y siempre he estado de acuerdo con esta afirmación, pero debemos contextualizar: Ford vivía en un ecosistema empresarial donde la rotación de personal era cada 20 años, hoy los jóvenes cambian de empresa antes de los 20 meses. Me gustaría preguntarle a Henry si sigue estando de acuerdo con su frase…

El error se basa en seguir liderando equipos de manera uniforme, con solo una variable; su departamento.

Es el momento de incorporar una nueva variable y gestionar personas en base a dos: el departamento y su generación y desde este nuevo paradigma, los milagros ocurren.

Es hora de pasar de líderes a Gefes con G, que gestionan el bienestar organizacional partiendo de las diferencias entre generaciones.

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