Hoy vamos a hablar del 2º hábito de los 11: La ESPIRITUALIDAD.

El Gefe con G es una persona muy diferente del antiguo Jefe con J del pleistoceno. Este último, que veíamos en los capítulos del “Cuéntame” transmitía una imagen más mercenaria que cercana, más enfocada a resultados económicos que a gestión de los equipos y más enfocada al dato contrastado que a la intuición.

Y en este punto llegamos a la “espiritualidad”. El gefe con G cultiva su interiorismo desde el silencio. Los practicantes en el mundo de la espiritualidad convendréis conmigo que las respuestas vitales y la paz interior se encuentra en el silencio, y el gefe con G desarrolla no solamente su vida directiva del profit puro y duro, sino, que además es una persona que desarrolla su espiritualidad en su ambiente privado y que derrocha ese bienestar propio de quien cultiva ambas facetas. Quien lo hace entiende lo que digo, el resto, espero que pronto lo entendáis.

El “cómo” cultivar la espiritualidad va a gusto del consumidor. Aquí ya entra la religión, la meditación, el yoga, tai-chi, la reflexión pausada…y un largo etcétera, aquí cada loco con su tema, que diría mi abuela Felisa.

En el silencio, y con la práctica diaria de no menos de quince minutos, el ego muere y salen a flote las respuestas más innatas que muchas veces buscamos, para nuestra vida personal y para nuestra trayectoria profesional. La espiritualidad, en el modo de “consumo” que se prefiera, y en su práctica repetitiva, desarrolla la intuición, y nos muestra más cercano el propósito vital, que debería ser el foco de nuestra vida, es decir, aquello para lo que hemos venido a este mundo.

Mark Twain decía que los dos días más importantes de tu vida, son el día que naciste y el día que descubriste el por qué. Ese “por qué” es el propósito vital y es la felicidad máxima, el máximo deseo de alguien que pretenda ser, justamente, un gestor de la felicidad, un gefe con G. La espiritualidad te acerca a tu intuición, a tu paz interior y lo más importante, a tu propósito vital.

Cómo propuesta, te invito a que practiques a diario tu espiritualidad y la gratitud. Hay dos glándulas claves para la intuición y la creatividad que tan bien nos van para nuestras decisiones empresariales, que son la pineal y la pituitaria, que en la práctica diaria de la espiritualidad se desarrollan. Introduce en tu vida diaria la espiritualidad y verás cómo tomas mejores decisiones, tienes mejor intuición ante proyectos o personas y definitivamente, transmitirás un equilibrio personal a tus equipos que agradecerán y te acercarán a ellos.

Espero te haya gustado.

¡Sé feliz!

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