El mes pasado hice un post en LinkedIn donde hablaba de liderazgo y me servía de una foto de Messi para ello. Tuve más de 100.000 visualizaciones en 48 horas con cientos de comentarios que rozaban el nivel más bajo, tres días antes había regalado un libro para enseñar a encontrar trabajo y tuvo menos de 4.000 visualizaciones. Pan y circo. Luego que no nos sorprendan las cuotas de audiencia televisiva viendo este mundial (asco de mundial por cierto, por toda la basura que engloba fuera de los estadios) y las tasas de paro, especialmente las juveniles. Tenemos lo que nos merecemos.

Así que aviso esta vez para evitar alteraciones hormonales: este post no va de fútbol y a un servidor el balompié se la trae al pairo. Avisados quedan ;)

Dicho esto, Luis Figo me vino a la memoria cuando hace un par de meses tuve una discusión con varios CEOs. La media de edad era de unos 10 a 15 años superior a la mía, y obviamente, la visión del liderazgo era acorde a ese “gap” generacional.

Estaban convencidos que el talento joven, el de millennials y ahora especialmente de los centennials, no se retenía debido a que no pagaban bien. Discrepé en varias cosas, empezando porque el talento no se retiene, en cualquier caso se fideliza, y acabando porque las generaciones más jóvenes no se van por falta de salario, se van por falta de reconocimiento.

Si alguien recuerda el caso Figo, él no se fue por dinero (que seguramente ayudó), él se fue por reconocimiento y eso la gran mayoría culé nunca lo ha entendido. Que un jugador lleve la bandera del Club de tus sueños no significa que esta persona sienta lo mismo que tú, ni significa que no anhele un reconocimiento sincero. Aunque dialogar con hooligans no es tarea fácil.

Figo jugó en una época donde los jugadores de fútbol no eran multimillonarios como ahora, pero se ganaban muy bien la vida y especialmente se hacían ricos si tenían un buen asesor que supiera invertir sus ingresos mientras que estos corrían detrás del balón.

A Figo lo recibían en Madrid en bandeja de plata, y en cambio en Barcelona, Joan Gaspart lo trataba como puro empleado a resultados. ¿Os suena?

Figo representa a las nuevas generaciones en este aspecto, o al menos eso me recuerda al respecto del reconocimiento. Este talento joven ha crecido en internet, en un ecosistema donde las “reviews” son habituales, donde las recomendaciones son fundamentales, donde las puntuaciones son obligadas en cualquier producto o servicio que pretenda venderse online. Más que eso, hoy los “cracks” del cole no son los que mejores habilidades tienen para ciertos deportes, o los más guap@s, hoy los que dominan el cotarro son los que más followers tienen en Instagram, en Tik Tok, y aunque tengan 20.000 seguidores seguramente no hayan visto cara a cara ni a 100 de ellos. Cada vez más cerca de sus desconocidos y más lejos de sus allegados…

Por eso, cuando estos jóvenes llegan a la empresa les sorprende la falta de feedback, por lo menos espontáneo y de modo habitual. No conciben que RRHH haga una reunión de feedback sobre el desempeño una vez al año, o al semestre, ellos necesitan visualizar sus “estrellitas”, su ranking en la organización, sus “reviews” y la falta de todo ello les mutila,les invalida, no es un hábitat en el que estén acostumbrados a desarrollarse satisfactoriamente.

Si queremos todavía complicar más el percal, aquellos sabios del inicio que pensaban que todo se arregla con talonario, son justamente los que peor práctica tienen del sincero reconocimiento, boomers especialmente y “early Generación X” quienes tienen demasiado EGO para saber apreciar las bondades del talento que entra empujando desde abajo, en modo amenazante. Y justamente, estos de abajo, los jóvenes necesitan constantemente un feedback constructivo, y si es posible un reconocimiento sincero, en público y en el momento adecuado cuando hayan logrado éxitos. Esto son sus 5 estrellitas que les invitan a no perder su “posición”, ahí está su motivación, no (solamente) con un bonus económico.

Luis, tú ya me entiendes…

#gestiondelafelicidad #gestionempresarial #liderazgo #transformacionempresarial #coachingempresarial #gefe #elgefe #nachobarraquer #consultoria #formación #milennialls #genx #babyboomers #feedbackefectivo #centennials #nuevasgeneraciones #primerolaspersonas #2023 #bienestarorganizacional #capitalhumano #empresasfelices #resultadosfelices