Me llamá Adrià desde Chicago hace un par de años, yo estoy completamente aturdido con mucha carga de trabajo y le digo que no puedo atenderle, que mejor en tres o cuatro horas. Me dice que es importante.

Hace más de 20 años que Adrià y yo compartimos cinco años en ESADE además de un erasmus en Italia. Realmente le perdí el rumbo ya que a modo Willy Fox ha estado por todos los lados del planeta. Su última parada era Chicago y era desde ahí de donde me llamaba y viendo su impaciencia aparté el portátil y me puse en modo de escucha activa.

Era el puñetero método, era el programa de los programas formativos. No te flipes Adrià le dije en modo escéptico pero sin ser maleducado, el mundo de la formación directiva está saturada, está incluso prostituida y además invadida de pseudo-gurús que después de juntar la buena labia de barra de bar con un edulcorado y hormonado currículum se forran a base de cursos formativos de dudosa reputación. Todo ello manchando el sector para aquellos que realmente aportan cursos y formaciones de alto valor, esa gente top que no sabe vender bien pero tienen algo valioso entre manos. Sad but true. Para ser sincero, ya no me creía nada ni a nadie en aquél entonces, y todavía menos hoy.

Accedo por su insistencia y organizamos un zoom “shitting milks”. Durante más de una hora veo cómo le brillan los ojos y además, cabe recalcar que él no tenía ninguna obligación, él es un cliente más del programa formativo, ni comisiona, ni lo necesita obviamente, Adrià es uno de los más reputados CEOs expatriados en USA. Está alucinando, consiguió darle la vuelta a la empresa y multiplicar los beneficios con 9 sesiones formativas, alguien formado en varias de las más top universidades del mundo. Yo insisto que no hay milagros y que no acabo de entender qué carajo tiene ese programa formativo y me invita a conocer a los dueños. Honestamente me daba palo, no lo veía y no quería desviarme de mi zona de confort.

Repito, me da un palo tremendo. Estoy cansado de vendemotos y vendearenas por el desierto pero tratándose de alguien con el nivel y prestigio de Adrià no puedo más que aceptar esa reunión.

Escéptico total accedo a la videoconferencia con Fred Johnson, me dice que Adrià le ha confirmado que “su hombre” en España y Latam es Nacho Barraquer, de ahí la insistencia en que conociera la empresa y a sus fundadores. No quería quedarle mal a Fred. Durante más de dos horas escucho los éxitos de Fred, un programa que nació en los vestuarios de la NFL para lograr motivar y hacer trabajar en equipo a unos tiarrones que apenas habían leído un libro en su vida y ganaban decenas de millones de dólares por temporada. Tremendo reto.

El storytelling de arranque me motivó bastante, las cosas como sean. Luego siguió la parte de expertise, más de dos décadas de éxitos en USA que han hecho realmente millonarios a sus clientes. Un programa que además no permite hacerse en empresas de la competencia, algo que me pareció suculento en este mundo de infieles vendedores sin escrúpulos ni visión de largo plazo.

Fue entonces cuando descubro esto nuevo del alto propósito y me entusiasmo. Había visto métodos en liderazgo, en gestión de equipos de alto rendimiento, en coaching directivo, en excelencia en el C-Level y miles de formatos varios pero esto del alto propósito me sonaba a nuevo, a fresco, a alineado en los tiempos actuales y además que salía todo esto de un vestuario en Estados Unidos. Ni corto ni perezoso sacamos un vuelo a Chicago.

La llegada a Green Bay fue agotadora pero con mucho entusiasmo en vena. Nos acogieron como si fuéramos familia, que es en definitiva, lo que son InitiativeOne. Durante dos días intensos entramos en el debate profundo de lo que este programa ofrecía, debatimos ideas, comentamos diferencias culturales entre continentes, y tras muchas horas de debate de calidad, me convencí por completo pero ya sabéis que la teoría sin la práctica no sirve de nada.

Volvimos e hicimos el curso, nueve sesiones, profundas, con conceptos aparentemente simples pero de gran calado, de impacto inmediato en los equipos y con 25 años de perfeccionamiento, prueba y error, prueba y error hasta lo que hoy conocemos como Vincere.

Luego tocaba armar el equipo ideal para llevar esto adelante y así se formó el team para hacer de Vincere un caso de éxito también en otros lares del mundo. Un programa que quita el drama de las organizaciones, que inyecta responsabilidad en los equipos, que inocula la lealtad tan mermada en los tiempos actuales, que elimina las reuniones después de las reuniones, que ayuda a conocer a los equipos gracias a un test de personalidad como nunca antes había visto y que en su conjunto ha hecho triunfar a muchísimas organizaciones en USA.

Después de 9 sesiones de infiltrado en el equipo observo unos cambios tremendos en los participantes, una energía nueva, una ilusión unida a responsabilidad que se contagia hasta otro continente. Es cuando vivo la magia de Vincere. Cualquiera que lea esto pensará que es un artículo de venta, sí, lo es, pero no lo haría si no supiera que esto ayuda y aporta a los demás. Afortunadamente mi reputación está por encima, y a años luz, de mi facturación en términos de prioridades. No necesito vender cosas que no funcionan, afortunadamente, y solo lo hago si sé que sería bueno para mí, entonces es bueno para los demás. Es mi modus operandi y siempre lo ha sido.

Y de esta manera, y por fin, después de un tiempo muy intenso, el programa está disponible en España y Latam. Si esto te resuena puedes googlearlo, en la parte de Global de la web de InitiativeOne verás la información y si no me preguntas directamente.

¡Larga vida a Vincere!

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